Dentro del cine, la imagen es una parte importante de la producción. Aunque si bien es cierto que una buena fotografía no salva a una mala película, el no tener un buen diseño de la misma o, en el peor de los casos, que las imagenes salgan borrosas, destina a nuestro proyecto al fracaso.
El director de fotografía se encarga de conjuntar todos los elementos que influyen en lograr la mejor imagen posible, tales como la sensitometría, la fotometría, la óptica, la técnica de equipos, el estudio del color y los fenómenos involucrados en la percepción.
Durante las tres etapas de la filmación (preproducción, producción y postproducción), el director de fotografía participa en cada una de ellas. En la preproducción recibe el guión cinematográfico para conocer la historia, el lugar donde se desarrollara la película, la descripción de los personajes y los climas fotográficos para darle una idea de cómo será la producción.
En esta etapa previa es donde el director de fotografía busca inspiración basada en los datos recibidos y sugiere el estilo que le quiere imprimir a la imagen de la película, ya sea en alguna corriente artística o influencias cinematográficas propias o ajenas que pudieran apegarse a la producción.
El guión técnico le permite al fotógrafo establecer las escenas de interior, exterior o combinados. Posteriormente deberá conocer las locaciones de manera física, tanto de interior como de exterior. Para ambos casos es importante saber el tamaño de los lugares, la altura de los techos, el estado de la instalación eléctrica. Se deberá prever que las locaciones van a albergar al equipo de iluminación y la instalación de los artefactos, el equipo de sonido, el de producción, el equipo de rodaje, el director y los actores.
De no ser los adecuados su labor es la de sugerir los cambios de lugar con anticipación. En el caso de las locaciones en exterior le permitirán conocer los puntos cardinales-muy importante para prever la salida y puesta del sol- fondos, condiciones climáticas posibles, potencial estético de cada lugar, entre otros factores.
La etapa de producción es donde el director de fotografía tiene la mayor responsabilidad. Aquí es donde debe poner en práctica las diferentes técnicas que consigan la exposición correcta en la toma, una continuidad técnica y, sobretodo, imprimir su estilo particular.
Conforme avanza la filmación, se envía el material al laboratorio para su revelado (excepto que se utilicen cámaras digitales. El director de fotografía deberá llevar el control de las “copias de trabajo” para llevar una mejor métrica del trabajo que se está realizando. Los problemas que se detecten se deben corregir en retomas lo más pronto posible. Algunos problemas fotográficos podrían ser: mal funcionamiento de la cámara, errores técnicos, focos mal realizados, movimientos de cámara defectuosos, sombras indeseadas, aparición de algún micrófono u otro objeto en el encuadre, problemas de laboratorio, etc.
Terminada la filmación, comienza la tarea del editor que de manera conjunta con el director realizarán el montaje de la película. La participación del director de fotografía en esta etapa estará condicionada a la necesidad de realizar determinados efectos, tales como: disolvencias a negro, encadenados, vuelta de página, títulos, sobreimpresiones, etc. Si se dan estas situaciones, el fotógrafo deberá controlar el trabajo que realice el laboratorio.
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